La pérdida auditiva, sordera o hipoacusia es el resultado de daños y/o disfunciones en una o varias partes del oído, puede ocurrir por diferentes razones y a cualquier edad; siendo evidente que, cuanto más tarde se diagnostica, mayor es la pérdida auditiva, e incluso más difícil resulta prevenirla y adaptarse a los tratamientos. Es por esto, que el autodiagnóstico juega un papel importante en la identificación temprana, para lo cual estas siete alerta sobre tu salud auditiva te serán de gran ayuda.
La pérdida de audición, hipoacusia o sordera afecta a un gran número de personas alrededor del mundo de distintas maneras.
Se hace evidente cuando con frecuencia te ves obligado a pedir a tu interlocutor que repita lo dicho. Si te sientes identificado con esto, es posible que tengas algún grado de pérdida de audición. Por eso, te sugerimos visitar al especialista.
Tanto el envejecimiento como la exposición crónica a los ruidos fuertes contribuyen a la pérdida auditiva, dificultando la capacidad de seguir una conversación, escuchando las palabras de forma distorcionada o incorrecta.
Si este es tu caso, consulta con tu especialista, la pérdida de la audición relacionada con la edad ocurre gradualmente, por lo que es posible que no lo notes al principio.
Es cierto que algunos espacios con sonido ambiente suelen dificultar la escucha durante una conversación, incluso si tienes una buena audición. Sin embargo cuando esta situación se vuelve parte de tu día a día, mientras los demás parecen interactuar de forma normal, es posible que tengas algún grado de pérdida de audición no diagnosticada.
La dificultad para escuchar la televisión es la alerta más común para detectar problemas auditivos.
Si tu acostumbras escuchar tus programas favoritos a un volumen que molestas a quienes te acompañan, te invitamos a consultar con tu especialista, quizás padezcas algún tipo de pérdida auditiva no tratada.
Con frecuencia los zumbidos en el oído se encuentran asociados a una exposición crónica al ruido que afecta la capacidad auditiva de la persona, haciendo necesario una consulta inmediata con el especialista para diagnosticar y establecer el mejor tratamiento.
La dificultad para escuchar sonidos agudos, como las voces de mujeres y niños, está asociada a una pérdida de audición de altas frecuencias, causada normalmente por daños a las células pilosas en el oído interno.
Si tu crees que tiene una pérdida auditiva de alta frecuencia, te recomendamos que acudas a un especialista y chequea tu audición.
Al no percibir de manera adecuada el sonido de su entorno, algunas personas con pérdida auditiva, elevan el tono de su voz de manera involuntaria durante una conversación, a fin de compensar la ausencia de sonido.
La clase de relación que tenemos con los demás depende del tono que emitimos con nuestra voz, un tono elevado transmite lejanía, ausencia de conexión y pérdida del mensaje, situación que ocasiona un impacto negativo en las relaciones de las personas con pérdida auditiva.